Studio Press

La noticia llegó vía mensaje electrónico, “el senado de la república aprobó modificaciones a le ley de educación, que implica la evaluación de los maestros cada 4 años, quien no certifique, será despedido, con eso se pierden derechos laborales y sindicales, se acaban las plazas de base”, llegó de varios lugares de la república, de compañeros preocupados por las afectaciones severas que genera la imposición de un modelo neoliberal que tiene como finalidad privilegiar los intereses del capital por sobre los de la sociedad o lo que es lo mismo, mantener el poder y el control social para unos cuantos, mientras que la gran mayoría sigan sometidos a la explotación y no protesten ante tantos abusos.

Cuando la información llegó a las escuelas, los comentarios de los maestros demostraron el porqué aquí no pasa nada, muchos, por no decir la mayoría, no estaban enterados de la modificación legal, por lo cual la pregunta obligada fue: ¿y en qué nos afecta eso? Y una vez que se explicó las consecuencias surgió la segunda pregunta ¿Qué podemos hacer para evitar eso? A lo que se respondió, en México nada, golpe dado, ni dios lo quita, además ¿Quién se va a preocupar por realizar el trámite legal para frenar estos abusos por parte de los legisladores? ¿De dónde van a salir los recursos para cubrir los gastos necesarios? Preguntas que no tuvieron repuesta y si una posición totalmente individual, cuando algunos de los maestros expresaron, a mi no me van a poder hacer nada, tengo mis documentos al día, al grado de que tengo dos carreras profesionales, o tengo licenciatura y maestría, en fin, argumentos que pudieran ser válidos para justificar un grado académico que permita laborar en el sector educativo, pero que no servirá para la permanencia en el servicio activo, pero que demuestra claramente la gran diferencia entre las naciones.

Unos maestros más expresaron: deberíamos tomar el ejemplo de los franceses, quienes se unieron para protestar contra las reformas legales a las leyes de trabajo, al grado de que han hecho huelga nacional por la imposición de aumentar dos años la edad de jubilación, otros más dijeron ¡eso es lo que tenemos que hacer en México, unirnos para frenar al gobierno! ¡Empecemos la lucha contra estos malos gobernantes, ya basta! Sin embargo a la hora de preguntarles quien o quienes deben de organizar las manifestaciones, la iniciativa de apaga por completo y reconocen que nadie los representa y mucho menos se preocupa por defender los derechos laborales de los maestros, empezando por los dirigentes sindicales, quienes se preocupan más por el hueso político que por el bienestar de los trabajadores.

Para que en México se pudiera organizar un movimiento social como el que ha realizado el pueblo francés, es necesario cambiar la idiosincrasia del pueblo mexicano; es decir, que los mexicanos dejen de ver tanta televisión y leer revistas que embrutecen los sentidos y fomentan la ignorancia, pues esos medios son los preferidos del sistema para manipular al pueblo y enfrentarlo entre sí para distraer las realidades legales de nuestra sociedad.

En todos los medios electrónicos nos dicen y repiten que los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro vivían con muchos lujos, que se pagaban con nuestros impuestos, que si los trabajadores del IMSS reciben muchos privilegios laborales, que si los de PEMEX andan por el estilo, que si los maestros cobran mucho y trabajan poco, que son ignorantes y corruptos, son algunos de los argumentos que la población de México da por hecho, sin investigar “el fondo de la olla”; es decir la verdadera razón por la que un grupo laboral protesta, para lo que ese mismo sistema, aprovecha para instigar a la parte ignorante contra los afectados, promoviendo el linchamiento social por las afectaciones que los inconformes causan en las vialidades, logrando como respuesta inmediata que toda la horda de salvajes ignorantes, disfrazados de ciudadanos responsables, sean entrevistados en la tele o en la radio para decir, estúpidamente: “es una barbaridad que estos pocos trabajadores abusen de las leyes de nuestro país y nos perjudiquen a la mayoría”.

Esta situación permite que los legisladores hagan y deshagan a la medida de su antojo, contra el pueblo, que ya está amaestrado para darse hasta con la cubeta, gracias a la información “científica” que le proporcionan las cadenas televisoras al servicio del sistema político saqueador y mientras el pueblo siga creyendo más en las noticias manipuladas y tendenciosas, que en la verdad y las condiciones reales de vida, jamás podremos lograr unir a nuestro pueblo para evitar más abusos, eso demuestra el porqué es importante mantener en la ignorancia al pueblo puesto que si se le educa adecuadamente, las consecuencias sociales pueden ser del tipo de las que vive Francia en estos días.