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La asfixia en niños se puede evitar.



El deseo de un niño por descubrir el mundo puede hacer que en ocasiones, lleve a su boca objetos que ponen en peligro su vida.

Uno de los accidentes comunes en menores de edad es el que se produce por la aspiración de un objeto pequeño y su alojamiento en las vías aéreas; es decir, en la laringe, la tráquea y los bronquios. Lo cual causa una alta mortalidad y morbilidad en el mundo entero; esto significa que muchos niños mueren asfixiados y otros pueden quedar con problemas neurológicos o pulmonares posteriores a este evento.

Iván Stand Niño, Presidente de la Asociación colombiana de Neumología Pediátrica, asegura que la aspiración de cuerpos extraños “es responsable del 25 por ciento de las muertes accidentales en niños menores de 4 años. De hecho, más del 90 por ciento de los casos ocurren en esta edad”.

Esta situación suele presentarse principalmente por la curiosidad de los pequeños, que tienen la tendencia de explorar el mundo que los rodea con la boca, a lo que se añaden algunos factores de vital importancia.

1. Los niños no son lo suficientemente maduros para deglutir y masticar.

2. Los padres o cuidadores no ejercen su papel con responsabilidad y a cabalidad, y dejan a disposición de los menores alimentos o juguetes no adecuados para su edad.

3. En las edades en que este accidente se presenta, los niños ya tienen la suficiente destreza motora fina para tomar objetos pequeños con sus manos.
Medidas




Élida Dueñas, neumóloga pediatra, explica que en caso de presentarse una asfixia, es necesario comprimir el tórax y el abdomen, produciendo suficiente presión para expulsar el cuerpo extraño localizado en la vía aérea.

Recomiendan

Añade que la American Heart Association recomienda comprimir el tórax y el abdomen de la siguiente forma:

- Para niños menores de un año, comprimir durante cinco veces el tórax, con la cabeza en posición ligeramente hacia abajo.
- Para mayores de un año, se debe realizar maniobra de Heimlich, que consiste en presionar el abdomen en forma súbita para aumentar la presión dentro del cuerpo y tratar de expulsar el cuerpo extraño.

Ahora bien, si este ya se ha desplazado hacia el pulmón y el niño ha recuperado la respiración, no se debe intentar ninguna maniobra.

Por el contrario, se debe consultar de inmediato a un neumólogo pediatra, que es el especialista entrenado para extraer estos cuerpos extraños de la vía aérea a través de un broncoscopio; es decir, un aparato compuesto principalmente por tubo, que se introduce dentro del pulmón.

Lo mejor es evitar que los niños lleven o introduzcan objetos en su boca.

Evite que jueguen mientras sostienen algún juguete entre sus labios.

Cómpreles juguetes grandes que no se puedan llevar a la boca.

A los niños menores de 4 años no les dé alimentos pequeños, redondos y duros.

Cómo identificarlo

Se presenta con un episodio súbito de ahogo, tos, dificultad respiratoria, color morado o enrojecido de la piel y cese de la respiración.

En seguida, puede presentarse la muerte o la recuperación de la respiración, puesto que el cuerpo extraño se desplaza dentro del pulmón y permite el paso del aire al resto del pulmón.

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